Beneficios del drenaje linfático: un solo remedio contra muchos males

En el cuidado de nuestro cuerpo, en ocasiones, tendemos a preocuparnos más por las cosas visibles que por aquellas que van por dentro. El sistema linfático es uno de los puntos a los que deberíamos prestar atención para poder vivir con mayor bienestar, ya que es de vital importancia: nos ayuda a depurar, eliminando del organismo sustancias de desecho y toxinas; además, es el encargado de protegernos, al modular la respuesta de nuestro sistema inmunitario ante amenazas como bacterias o virus. Por ello, explorar los beneficios del drenaje linfático puede ser un gran impulso para nuestra salud.

El drenaje linfático es un masaje que se realiza sobre puntos del sistema circulatorio con el fin de dinamizar los líquidos del organismo de forma suave y ligera. Este gesto favorece la eliminación de las sustancias que nuestro cuerpo no necesita y que pueden acumularse, por lo que es un remedio ideal para males como la retención de líquidos, pero también con fines estéticos como la celulitis y problemas de circulación o edemas, acné y procesos de cicatrización.

¿Cuáles son los beneficios del drenaje linfático?

Estos problemas que pueden afectar a nuestra salud tienen un buen remedio en el drenaje linfático, que puede aportarnos importantes beneficios.

  • Reabsorción de líquidos: es un gran remedio contra la retención.
  • Reduce los dolores: como aplicación fisioterapéutica, tiene una acción sedante contra dolores agudos.
  • Reduce las inflamaciones: ayuda a evitar el enrojecimiento y aumento de volumen de los tejidos.
  • Relajación: además de los beneficios palpables a nivel físico, a nivel psicológico y emocional es una gran herramienta contra la ansiedad.
  • Mejora las defensas: ayuda a nuestro organismo a ser más fuerte contra las amenazas externas.

Los beneficios del drenaje linfático, ya sean aplicados como remedio de fisioterapia o con fines estéticos, son perfectos para la piel: ayudan a evitar inflamaciones, bolsas, arrugas o cicatrices. Por este motivo, además, es un gran remedio en postoperatorios, así como en lesiones deportivas y dolores crónicos.

El drenaje linfático, con paciencia y sumando sesiones, puede ayudarnos enormemente a mejorar nuestro organismo, vivir con mayor bienestar y, además, mejorar nuestro aspecto gracias a la mejora de nuestra salud interior.

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