Cómo afecta el estrés a nuestra salud - Clínica PHYSIS
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Cómo afecta el estrés a nuestra salud

26 Ene Cómo afecta el estrés a nuestra salud

Seguro que en mas de una ocasión te han hablado de lo que es capaz de generar el estrés en nuestra salud. Sabemos que no nos trae nada bueno y conocemos la dificultad de evitarlo. Es muy importante que podamos contar con un profesional que nos ayuda a bajar los niveles de estrés y así beneficiar a nuestra salud. Hoy hablamos con nuestra psiconeuroinmunóloga, Rosa del Arco. Ella nos explica que es esto del estrés en profundidad y nos hace sus recomendaciones para tratar de llevar mejor este peliagudo asunto tan dañino.

¿Qué es el estrés?

El estrés es algo totalmente fisiológico y necesario para la superviviencia, es un mecanismo necesario ancestralmente para responder ante un peligro con una reacción de lucha o de huida. Ancestralmente, que se activara este mecanismo fisiológico, producía una serie de cambios en nuestro organismo para huir o luchar ante un peligro como la aceleración del corazón, de la respiración y el bombeo de más sangre a los músculos que conseguía salvarnos la vida.

¿Por qué se produce el estrés?

El estrés se produce ante un peligro físico como ocurría antiguamente ante un depredador, por ejemplo. Lo normal es que se produzca ante un supuesto momentáneo, con un principio y un fin, y en un espacio corto de tiempo que nos permite recuperar la normalidad ante la desaparición de ese peligro momentáneo. Lo que nos pasa en la actualidad es diferente, y es que el peligro deja de ser esporádico para ser constante a través de las inmensas preocupaciones con las que nos hemos habituado a vivir. El problema es que el cuerpo no distingue a la hora de responder entre un peligro real o un peligro imaginado. La respuesta fisiológica es la misma ante la realidad que ante la imaginación. El problema de que nuestra reacción sea ante preocupaciones constantes, es que es una activación de huida o alerta mantenida y ahí precisamente está la explicación del daño que causa los altos niveles de estrés prolongados en el tiempo.

¿Cuáles son los síntomas más habituales del estrés?

El peligro que captamos nos provoca en el cuerpo que se active un núcleo liberador de noradrenalina en nuestro cerebro, se activa también el hipotálamo que activa la hipófisis. La hipófisis activa las glándulas suprarrenales y lo importante es que ahí, en esa corteza suprarrenal, se produce una hormona super importante que se llama CORTISOL y, por su parte,  en la medula  se producen las NORADRENALINAS. El cortisol Es una hormona que hace que se libere glucosa en sangre para obtener esa fuente de energía que necesitamos para escapar o luchar ante un peligro. Esto a priori es bueno y es lo que nos ayuda a sobrevivir ante un peligro. Pero, ancestralmente, cuando nuestros antepasados estaban a salvo, el cortisol sobrante se reabsorbía a nivel cerebral, se activaba un núcleo inhibidor que apagaba la respuesta de alerta y se normalizaba nuestro sistema ortosimpático. La señal inhibitoria llega a todas partes y se fabrica otras sustancias que hacen que nuestro organismo vuelva a la normalidad. El problema, en la actualidad, es que este sistema, en el que se activan los inhibidores, ya no ocurre porque tenemos preocupaciones constantes que nos hacen estar en alerta todo el tiempo.

El agente agresor ahora no es por ejemplo un león, es cualquier preocupación. Esto provoca que el cortisol no es reabsorbido y sigue circulando. Esta forma de funcionar es el gran problema, la hiperccortisolemia, una elevación de los niveles de cortisol que son la causa de una serie de problemas en nuestro organismo.

El estrés genera obesidad, permeabilidad intestinal, inflamación crónica y nos va a llevar a ser más vulnerables a cualquier enfermedad por tener el sistema inmune activo, constantemente, y por tanto agotado, lo que puede hacer que aparezca una enfermedad autoinmune. Para tratar de explicarlo bien vamos a desarrollar la cadena de causas.

  1. El aumento de cortisol hace que aumente la glucosa. El aumento de glucosa en sangre provoca una respuesta inmediata del páncreas para fabricar insulina, necesaria para luchar contra la toxicidad del exceso de glucosa.
  2. La insulina es una hormona anabolizante (fabricante de tejidos) entonces favorece la hipertrofia de los adipocitos. La insulina hace que nuestras células que acumulan grasa crezca en tamaño y número. Esto es obesidad.
  3. Además, el tejido adiposo es inflamatorio con lo cual la obesidad nos lleva a un estado inflamatorio porque se produce adipocitoquinas. Estas se añaden a otra citoquinas inflamatorias que aumentan por el exceso de noradrenalina.
  4. Aumenta también el Interferon Gamma que también es inflamatorio. Esto provoca una inflamación de bajo grado latente  y con el tiempo puede producir enfermedades.
  5. Otra desencadenante es la permeabilidad intestinal. El Interferon Gamma separa los enterocitos (células de nuestro intestino). La unión de célula con célula en nuestro intestino se abre, es decir, que la separación entre células es mayor, permitiendo pasar algo más que los nutrientes. Podría pasar células mas grandes como los patógenos que, en un estado normal, no pasarían.
  6. Estos patógenos activan al sistema inmune, que está detrás de la barrera intestinal. La activación del sistema inmune conlleva a la posible aparición de enfermedades autoinmune o a la agravación de brotes en personas que padecen alguna enfermedad autoinmune.
  7. Por otro lado, existe un aumento de toxicidad a través de esa barrera intestinal más permeable provocando más infecciones con respuesta exagerada de nuestro sistema inmunitario. De todo esto que nuestro sistema inmune esté siempre activado y agotado convirtiéndonos en vulnerables ante cualquier enfermedad.

 

Por otro lado, el exceso de noradrenalinas provoca problemas de contracturas musculares y espasmos y el más significativo es el espasmo de los maseteros que son los que producen el bruxismo. El brusxismo es una de las consecuencias más comunes de las personas que padecen estrés. Ante el bruxismo, los odontólogos suelen recomendar férulas de descarga pero no servirá a largo plazo si no se hace nada con la reducción de los niveles de estrés.

¿Que podemos hacer en casa para tratar de reducir el nivel de estres?

Rosa nos da una serie de recomendaciones a nivel muy general que pueden ayudar o favorecer nuestro bienestar. Una alimentación adecuada, dormir suficientes horas y con una correcta higiene de sueño. Durante el sueño se reparan tejido y se fortalece nuestro sistema inmune, de ahí que sea tan importante el descanso y las horas de sueño.

Aprender métodos de gestión del estrés como el mindfulness o la meditación y hacerlo en casa a diario. La meditación diaria de tan solo 15-20 minutos, está comprobado que produce cambios a nivel cerebral visibles en pruebas diagnósticas. Produce cambios positivos como la bajada de la inflamación cerebral y otros cambios en ciertas estructuras que se modifican en caso de inflamación constante.

La recomendación desde el punto de vista de nuestra psiconeuroinmunóloga es que cuando uno tenga sensación de que va estresado y que ya tiene síntomas físicos a nivel de caída del cabello, problemas intestinales o de digestión o síntomas de alguna enfermedad que acuda a un profesional de la psiconeuroinmunologia porque es probable que deba hacerse una intervención nutricional y habrá que tomar algún suplemento para bajar ese cortisol crónico. Rosa suele enviar a los pacientes suplementos naturales como el GABA, extracto de Ashwagandha y Salvia, entre otros. Pero hay una serie de recomendaciones personalizadas para arreglar todo aquellos que el estrés está destrozando.

 

 

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